Déjame te Cuento
Ángel Solís
Masacrados el pasado 2 de junio por la 4T, el PAN y el PRI son dos partidos que agonizan en Quintana Roo y solo es cuestión de tiempo para que acompañen en la fosa al extinto PRD, lo que está causando desesperación entre los pocos representantes que aún les quedan, al grado que a la primera tronada de dedos se arrastran con tal recoger del piso los restos que los morenos les tiren de la mesa.
El caso del PRI es lamentable la situación en que se encuentra, con un edificio viejo cayéndose en pedazos y convertido en estacionamiento de los trabajadores del IMSS.
El ex partidazo vive sus últimos días, ya que tan solo lo separan poco más de dos puntos para perder el registro en el estado, y al paso que van en las elecciones del 2027 estaríamos presenciando el final del priismo que gobernó Quintana Roo desde antes de su creación como estado, y cuyo poderío exprimieron sus hijos hasta abandonarlo cuando ya no les servía.
Su dirigente estatal es el chetumaleño Pedro Flota Alcocer –si es que todavía no ha renunciado–, pero desde que tomó el cargo se le ve fastidiado o quizás arrepentido de encabezar un partido moribundo que aguarda las próximas elecciones para desaparecer.
Aunque desde ahora se especula que sería el diputado local electo Filiberto Martínez Méndez quien asuma el cargo, acompañado con su equipo de colaboradores. El detalle es que el químico Fili no vendrá a salvar al partido, sino a mantener vivas sus esperanzas de ser gobernador.
Por otra parte, en el PAN presumen 11 regidurías en todo el estado para este próximo periodo de gobierno 2024-2027, pero olvidan que 6 de ellas provienen de los 50 mil votos que obtuvo la todavía alcaldesa de Solidaridad Lili Campos Miranda, quien no es militante panista y que incluso antes de las elecciones el partido Verde le ofreció la candidatura al Senado.
En el Congreso del estado PAN y PRI junto con Movimiento Ciudadano serán un bloque opositor de cuatro integrantes, pero no representarán peligro alguno para la mayoría aplastante de 21 diputados de Morena, Verde y PT, con lo cual no podrán negociar nada en las iniciativas que envíe la titular del ejecutivo al Legislativo.
Es más, por tantita vergüenza y hacer la finta de la democracia en Quintana Roo, todo lo que se presente lo deberán votar en contra, o ya de plano terminarán portando su chaleco guinda.
Es ofensiva la postura ofrecida y blandita del PAN que entregó el cuerpo a Morena antes de tiempo; muestra de ello es el aprendiz de político y regidor electo German González, quien sin cuidar las formas salió a hacerle doblemente la chamba a la alcaldesa capitalina morenista Yensunni Martínez.
El excandidato a la alcaldía no solo se puso a chapear las calles de Chetumal rodeado de morenistas, sino que mandó un mensaje de sumisión mucho antes de asumir el cargo.
El PAN está de rodillas ante Morena y con figuras de “oposición” como el regidor, ¿qué esperanzas pueden tener los chetumaleños?