Ajuste de Cuentos
Ángel Solís
La falta de oficio político del alcalde Diego Castañón Trejo y el rodearse de asesores que están igual o peor que él, quienes lejos de ayudarlo lo han hundido provocando su rompimiento con los grupos nativos y fundadores de Tulum, orilló a estas influyentes figuras a unirse públicamente para enviar el contundente mensaje de que no permitirán que Tulum siga en manos de fuereños con negros antecedentes.
Y es que este martes en redes sociales se difundió una serie de fotografías de una reunión realizada en el céntrico y emblemático restaurante “Doña Tina” de Tulum, donde participaron Ileana Canul, (viuda de Marciano Dzul), Romualda Dzul (hermana del alcalde fallecido), Víctor Mas Tah (ex presidente municipal) y el empresario y aspirante a la silla municipal, Jorge Portilla Manica.
Lo que algunas personas han denominado “desayuno de la unidad”, no es más que el inicio formal de un frente contra el presidente municipal sustituto, quien en estos ocho meses que lleva gobernando el municipio ha sido muy grosero con la familia de Marciano Dzul, quien por cierto días antes de morir le encomendó que los cuidara. “Cuida a mi gente”, le pidió en sus últimas horas de vida.
Diego Castañón se ha dedicado a dividir a la familia Dzul Caamal y a boicotear los eventos que realiza la viuda del ex alcalde en las comunidades de ese municipio, invisibilizando ofensivamente su trabajo al frente del DIF municipal, porque esta mujer no existe para quienes se encargan del envío de boletines a los medios de comunicación y las publicaciones en redes sociales en las cuentas oficiales.
Tulum se encuentra hundido en la inseguridad, porque en poco más de ocho meses el gobierno de Diego Castañón va para 100 ejecuciones con tres jefes policiacos que poco o nada han podido hacer ante la falta de un liderazgo eficaz en el municipio.
Levantones, cobros de derecho de piso y asaltos de comercios son cosa de todos los días y de las 24 horas del día, y lo peor es que no existe una estrategia para combatir estos delitos, ya que el alcalde está más ocupado en buscar su reelección, pateando en su camino todo lo que huela a Marciano Dzul y mucho menos escuchando a la gente que con su esfuerzo logró consolidar esta joya turística del Caribe mexicano.
El colocarse un chalequito guinda, según este personaje originario de la Ciudad de México pero con su vida realizada en la ciudad de Monterrey (Nuevo León), cree que le da libertad para pisotear a quienes con su esfuerzo echaron raíces e invirtieron en Tulum cuando este lugar no era nada.
El mensaje para los fuereños y sus padrinos políticos es claro: no va a ser tan fácil como creían porque quieren la presidencia municipal para alguien que en verdad conozca Tulum, siendo sus cartas hasta el momento Ileana Canul de Dzul —si la candidatura es para una mujer— y Jorge Portilla, en caso que sea para un varón.
Tulum no es Chetumal, donde Morena se da el lujo de lanzar a cualquier personaje con la camiseta de Morena y puede llegar a gobernar. En cambio la clase política tulumnense se da a respetar y prueba de ello es que no han iniciado las campañas y ya comienzan a ocurrir las primeras fracturas en la entraña de la 4T.